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UNT: RETO Y DESAFIO

La Universidad Nacional de Trujillo (UNT) tiene nuevas autoridades universitarias. Juramentaron como Rector el Dr. Orlando Velásquez Benites, como Vicerrectora Académica, la Dra. Vilma Méndez Gil y Vicerrectora Administrativa, la Dra. Flor Luna Victoria Mori, distinguidos profesionales y académicos.

Parecería ser un hecho rutinario, pero en mi opinión, se trata de un acontecimiento muy significativo, pues es el corolario de un proceso que tuvo que vencer obstáculos para dar paso a una nueva gestión que busca “abrir una nueva página en la historia de nuestra querida Universidad”, según manifestó el flamante Rector en su importante discurso programático. Hay voluntad de renovación que viene apoderándose poco a poco de hombres y mujeres nuevos en la Casa de Bolívar y Sánchez Carrión; y de esa voluntad nace la urgente aspiración de abrir un nuevo rumbo en la UNT.



Se trata de un reto y desafío históricos. Las universidades necesitan para ser vitales, que algún soplo creador fecunde sus aulas. El problema de la Universidad no está fuera del problema general de la educación peruana.

La UNT no escapa a esta realidad, cuya crisis estructural, espiritual e ideológica, repercutió en el campo moral a partir del 2004, con graves hechos de corrupción. El reto es mayor porque se trata de recuperar el tiempo perdido y poner orden. Esto significa gobernar y dirigir con eficiencia y honestidad, incorporando la participación de todas las corrientes de pensamiento en sus diversos estamentos: docentes, trabajadores y estudiantes.

Ello implica, tener claridad de rumbo, cumplimiento del programa básico, visión estratégica, objetivos definidos, metas precisas, práctica de valores éticos. Todo ello con el apoyo de los instrumentos técnicos para llevarlos a la práctica con eficiencia. A la Universidad Pública le corresponde un rol fundamental en el fomento de la investigación científica para promover el desarrollo del país en torno a un Proyecto Nacional.

En el frente unitario “La Libertad en Acción”, venimos propugnando por el Proyecto Regional de Desarrollo que tiene como uno de sus ejes fundamentales la promoción de la investigación científica, en el que el rol de la UNT es fundamental. Mariátegui, en su tiempo, asignó a la Universidad el rol de conocer e investigar la realidad nacional, cuyos resultados deberían exponerse en eventos, públicamente. “Esto debe hacerse en la Universidad.

Estos organismos serían los mejores puentes permanentes entre la Universidad y el pueblo, en vez de la esporádica y anárquica labor de extensión universitaria que se ha realizado, sin mayores consecuencias positivas”, sostuvo el Amauta. Este es el tremendo desafío para las nuevas autoridades de la UNT.

Oscar Felipe Ventura