El desgobierno y la falta de autoridad en que se encuentra nuestra ciudad de Guadalupe, deja los espacios para que la delincuencia impere en una tierra solidaria y pacifica, acaso ya olvidamos que en años pasados ni siquiera nos preocupábamos en cerrar nuestras puertas, donde quedo esa seguridad de vida, cuando se perdió.Es muy preocupante que nosotros los guadalupanos estemos lamentando cada día como la delincuencia gana terreno y que las autoridades elegidas por el pueblo y otras a dedo, no tengan ni siquiera las más mínima idea de cómo se tiene que actuar ante esta lacra que pretende cambiar el rumbo de una tierra próspera y con futuro de desarrollo. A que le temen, acaso no tienen un plan estratégico para erradicar este tipo de actos ilegales que segan la vida de personas inocentes y causan dolor a muchas familias, o es que acaso no tienen la capacidad de actuar para erradicar definitivamente a estos indeseables que manchan de sangre nuestra ciudad. Hoy lloramos y lamentamos la muerte de Cesar Augusto Muñoz, un amigo y un buen padre, que deja a tres pequeños en la orfandad. ¿Mañana que otra muerte tendremos que lamentar señores autoridades elegidas por el pueblo para velar por la seguridad y tranquilidad de todos? No es posible que nuestro cuerpo policial –el pueblo peruano paga sus remuneraciones- no actúe de oficio para detener al causante de este lamentable crimen que ha roto para siempre un núcleo familiar, o es que acaso están esperando que una ves más fugue, porque este no es su primer delito y estoy seguro no será su ultimo acto criminal si no lo detienen inmediatamente.
Es también lamentable que la “recarga laboral” de los señores fiscales no les permita actuar inmediatamente en estas circunstancias, como es posible que no se apersonaran inmediatamente a la morgue para certificar el deceso de nuestro amigo “checha” y su cuerpo pueda ser trasladado por sus familiares a su hogar para ser velado. Hay que poner las barbas en remojo señores autoridades civiles y policiales, les pido por favor trabajen de la mano con el pueblo para erradicar estos actos violentos que enlutan muchos hogares, no permitamos que la tierra de la virgen de Guadalupe, los hermanos Fernando, Justo Albujar y Manuel Guarniz, se convierta en tierra de nadie. Es importante tener siempre presente que la tranquilidad de nuestro pueblo y la seguridad de nuestras familias dependen de nosotros y de la buena gestión de quienes elegimos para que lleven adelante las riendas de nuestro destino. Por: Lic. Jorge Luís Arboleda Meneses.